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jueves, 19 de junio de 2008

LAS MARAS O PANDILLAS


Las maras, son un fenómeno ya endémico, y verdaderamente masivo. En el salvador, honduras y Guatemala.¿de donde surgieron?
De los conflictos armados de las migraciones forzadas, de la necesidad de la pobreza en los años 80, cuando el salvador se hallaba sacudido en la guerra civil, miles emigraron hacia estados unidos, muchos de ellos jóvenes sobre todo a los ángeles, y en las calles se defendían de otros grupos indocumentados, y desocupados, sobre todo los mexicanos agrupados en la llamada mexican mafia.
Así nació en el exilio la mara salvatrucha, la mas antigua y temida de todas las pandillas, que junto con la mara, que junto con la mara 18, nacida también en los ángeles suman mas de 35000 integrantes enemigas a muerte entre si, operan como lo haría un ejercito irregular, y tiene mandos clandestinos .códigos de honor, y símbolos: su héroe de guerra exhiben una pequeña lagrima tatuada en los pómulos una por cada rival que haya logrado matar. Como en las películas.
Las pandillas se extendieron muy pronto a honduras, al principio con los mismos nombres de las maras salvadoreñas, y hay ahora en el país mas de 500 grupos con unos 100,000 miembros en edades que van desde los 8-35 años. A diarios se ven envueltos en asaltos a autobuses y supermercados, extorsiones y secuestros, el trafico de drogas. Violaciones y asesinatos, desbordando, igual que en el salvador, su marco original de venganza, ajuste de cuenta y defensa de territorios. En Guatemala, el país mas violento de todo la región donde los grupos para militares siguen cobrando cuentas políticas con secuestros y asesinatos, las pandillas agrupan a 200,000 jóvenes y adolescentes, y se les adjudica el 80% de los actos delictivos.
Según las investigaciones en xibalba, para 1960 honduras era un país con 8 grupos pandilleriles, los esto peris, quienes dominaban la situación, los “black ángel”, los “blue jeans”, los “avispones”, la “uva”, ubicados en su mayoría en comayagüela, séptima avenida, barrio Morazán; calle de los parros, en el barrio el bosque, integrados por muchos lideres que hoy son honorables hombres de la sociedad hondureña.
El enfrentamiento se caracterizaba por se a puño limpio sin uso de armas, usaban vestimentas blue jeans, chumpas negras con una calavera y un clásico bucle, el
Cuello de la camisa levantado producto de la moda de ese entonces, el enfrentamiento de pandillas se caracterizaba por la confrontación, la rivalidad y el deseo de medir fuerzas.
El objetivo general era la convivencia, la unión, se caracterizaban por el use de velocímetros, manoplas, chicles en los zapatos, brazalete de antebrazo con punta, por las noches se integraban a la vida de la pandilla y durante el día a sus estudios.
Las autoridades organizadas procedieron a la persecución de estos grupos degenerándolos, e incremento a la violencia y aumento de la criminalidad, motivando a el uso de armas de fuego como: autoprotección. La violencia degenero a tal grado que se convirtió en venganza.
Los placazos (inscripciones en las paredes) era entonces los apodos que identificaban los miembros de el grupo pandilleril, los estomperis eran la pandilla mas grande, pues estaba localizada en diferentes barrios, con sus propias representatividad.
En 1985 estaban en su apogeo las pandillas de las panudas en el instituto central, este fue el primer grupo conformado solo por mujeres, las que actuaban violentamente y sin respetar a nadie. En esa misma fecha los sirypury se había apoderado de el centro de comayaguela, esta era una pandilla muy violenta y se encargaban de asaltar y violar a los estudiantes, ellos tuvieron tanto poder que ni la policía se atrevía enfrentárseles.
Hoy cada grupo mara 18 (18xv3) o mara salvatrucha (msx3) tiene sus clicas, núcleos, células, sucursales cada clica o jenga tiene un líder general y dos suplentes, un tesoro que maneja su propia flecha es decir, una clica reducida, que se identifica por su placa o seudónimo, cuando hay varios lideres con la misma placa le agregan la jenga, (propio del barrio 18) en la MS es clica a la que pertenece para diferenciarse.
Antes de 1997, en honduras se presentaban 175 grupos de jóvenes, pandilleros que por la influencia musicales se dividían en cholos y rockeros, eran enemigos a muerte, la lucha por territorio estaba definida por la moda, los géneros musicales eran los que definían el territorio, los grupos se identificaban con nombres que salían en la televisión, “control machete”, “los macizos”, “los pitufos”...
En 1997 en san pedro sula se exhibe la película “sangre por sangre”, que inspiro al joven hondureño a formar la mara de los “vatos locos”, es aquí donde los grupos comienzan sus primeras acciones delictivas asociadas a la lucha por el poder y a la territorialidad.
Los vatos locos se convierten en los grupos mas temibles y el que mas problema daba a la policía. Posteriormente las carteleras cinematográficas extienden en Tegucigalpa la moda, formando los jóvenes clicas en diferentes sectores de el país, las clicas de vatos locos se identificaron con cintas especificas que representaban los guerreros con “corre nicky”, “corre” y temas musicales como “ control machete”, que le dieron empuje definitivo a los grupos a mayor pobreza hay mas posibilidades de ser victimas de marginación social, dando paso a la idea de que todos los pobres son delincuentes, la globalización ha permitido que los pobres sean mas pobres, y las oportunidades sean privilegio de unos pocos, los jóvenes que andan tatuajes estan condenados a vagar porque no son sujetos de credibilidad y nadie les da trabajo, se vuelven victimas del desprecio y del repudio de la sociedad, persecución y hostigamiento por parte de las autoridades.
En 1999 los mareros y pandilleros dijeron: “no aceptaremos muchachos que consuman inhalantes, es prohibido” , por tal razón no se les puede decir a los menores que deambulan por las calles victimas del tolueno, pandilleros, porque por su condición no son aceptados.
Los mejores pandilleros debían ser los mas malos, salir por televisión, plaquear paredes, ingresar a la mara como un castigo para los padre. Ningún joven ingresa a la fuerza sino por su propia voluntad. La mara se vuelve un sustituto de la familia.
Las mujeres ingresan a la mara por diferente razón que el hombre, en ningún momento son forzadas para entrar, por lo general son victimas de violencia domestica, de abuso sexual por parte de sus familiares, si abusan de bebidas alcohólicas son castigadas por los varones, si las ven consumiendo inhalantes, en acciones que el grupo define incorrectas como el lesbianismo, la infidelidad. Nunca comparten el mitin con los hombres. Buscan en la mara los sentimientos y emociones que no encuentran en su núcleo familiar, aceptación, respeto y la figura paterna.
El “mitin”, es la reunión que los jóvenes del grupo hace periódicamente; cuentan con un secretario y un tesorero que cumple a cabalidad y con responsabilidad sus funciones, dentro de sus objetivos esta ayudar a los que sufren enfermedades, a los familiares que mueren, a los presos.
Quedan, en síntesis, tres grupos pandilleriles de los cales xibalba tienen acceso 585 barrios y colonias, pero sus clicas ascienden a mas de 1500 en el distrito central hay colonias muy grandes que pueden tener hasta 30 clicas especialmente cuando se trata de colonias lotificadas en bloques.
La moda de los tatuajes consiste en que cada uno expresa una historia, por ejemplo: los seres queridos que han muerto, los amores frustrados, los momentos mas dolorosos o mas felices o hechos que han sido de mucho valor, el barrio, los hijos, los amigos.
Para los 18 el tatuaje principal era 3 puntos en forma de pirámide. Para la MS eran 3 puntos en forma invertida, representan “a vida loca de la juventud”, mujeres, dinero, vicios. Por lo que no se puede decir que todos los tatuajes que los jóvenes se hacen son muestra de satanismo, o crímenes.
A los 15 años el joven hondureño metido en grupo pandilleriles sabe que no tiene otra salida más que la muerte o la cárcel, por eso ellos pierden la esperanza, no tienen mas, no hay otra alternativa. Es aquí cuando les da lo mismo rayarse la cara, marcarse los tatuajes en el rostro, buscan el peligro como deseando encontrar la muerte, muchos no tienen la suerte de que alguien les hable con amor y menos que les hablen de Dios, para ellos es mejor morir que estar vivos e ignorados por muchos que se creen honestos. Para los jóvenes involucrados en pandillas y maras no hay clases sociales, diferencia de ninguna clase, de raza o religión, saben que el único que salva es Dios, no las religiones, mantiene entre ellos el respeto representado por un líder máximo que regula sus acciones.
El problema de pandillas es propio de cada país, solamente la moda es exportada, el calo, el graffiti, se incrementan ante la ausencia de centros donde permitan a le joven su desarrollo integral, dando a conocer sus habilidades artísticas, producto de la ausencia de Dios, de la injusticia social y de la influencia negativa de los medios de comunicación.
Las pandillas y maras son un problema cultural, que solo se resuelve a través de el trabajo de prevención con participación, generando en el joven y la sociedad respuestas positivas para resistir el problema de drogas y violencia, dándole un espacio en la sociedad, haciéndolo sentirse orgulloso de ser hondureño, regresándolo al entorno social del cual una vez formo parte, experimentando el milagro de la integración que en síntesis es la unión de la juventud hondureña sin distinciones de ninguna clase.
Simultanea en cinco barrios populosos del sur de Tegucigalpa, con la participación de policías o soldados, apoyados por helicópteros militares.
En honduras operan unos 500 grupos violentos de la “salvatrucha” y “mara18”, que aglutinan 100,000 miembros cuyas edades oscilan entre los 8-35 años.
Por ahora, en Guatemala es el partido de avanzada nacional y al alianza nueva nación quienes preparan por separado, la que podría ser “la ley antimaras” guatemalteca, proyectos que podrían ser presentados en el pleno en los próximos días.
La problemática de las pandillas juveniles incrementando en los últimos días, y a provocado la saturación de los centros preventivos para recluirlos tras las operaciones efectuadas por la PNC.
Las pandillas juveniles o “maras”, el fenómeno que caracteriza a la delincuencia en Guatemala en los países de América latina, ha tenido sus influencias originales en estados unidos, y estos en los gángster de hace décadas.
La peculiaridad que posee estos grupos son la “solidaridad” y la defensa de un “ideal” transformado en las zonas donde viven. Centran sus objetivos de defensa a los que ellos consideran su “barrio” un pandillero en solitario no puede operar, necesita de su demás conglomerados para sentirse con el poder necesario y defender su territorio.
Sus zonas de operación se centran en las diversas fronteras que han dibujado en conjunto sectorizado de la misma pandilla.
La mayor concentración de pandillas se ubica, según fuentes de la policía nacional civil (PNC), en la zona 18, zona 6, el mezquital, el milagro. 1° de julio, la verbena y zona 5.
Los grupos se identifican con un vestuario distintivo que hace una referencia de su pertenencia. Cada marero sabe distinguir a otro, a que grupo pertenece y por consiguiente si es o no un enemigo, el tipo de peinado y los tatuajes que portan son también parte de su identificación.
Su linaje tiene varias denominaciones, así se puede encontrar que en las pinturas (graffiti) que realizan en su “territorio” van adquiriendo diversos nombres.
Eso, con el objeto de definir hasta donde pueden llegar los miembros de otros “vagos” e identificarse con sus superiores o “cabezas” y de “maras”.
Estos “cabezas” son particularmente reconocidas por los jóvenes y por lo tanto, estan sometidos a las ordenes que se les da.
La proliferación de estos grupos delicuenciares a llevado, incluso, a que niños estén expuestos a entrar al mundo de las pandillas.
Cada grupo tiene su forma de iniciación, yen su mayoría al aspirante se le da un mes de prueba para que valla conociendo el ambiente y la “nueva familia” a la cual pertenecer.
Seguidamente tiene que ser sometido a una sesión de golpes para comprobar su resistencia y ser apto, y tener pertenencia dentro de el grupo. Según versiones de algunos pandilleros en rehabilitación, cuando ya se esta dentro de el núcleo se le pide que cometa crímenes para comprobar su valentía y ser aceptado como miembro destacado. Los crímenes, en su mayoría, son hacia personas asignadas como algunos miembros de la pandilla opuesta

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