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jueves, 31 de marzo de 2011

CUANDO ADEMÁS DE QUE LLORE EL ALMA, TE OBLIGAN A QUE LOS OJOS LLOREN

Por : ITSMANIA PINEDA PLATERO

Durante los últimos días en Honduras, se han venido utilizando con una frecuencia para dispersar protestas públicas y asambleas privadas Los gases lacrimógenos (GL) En varias Regiones del país y se han reportado numerosas víctimas e inclusive muertes como consecuencia de sus efectos.

Las bombas lacrimogenas, son substancias químicas utilizadas, generalmente, por la policías y el ejército, para el control de multitudes

Se han identificado más de quince gases, sin embargo los más comunes son:

. CS (clorobencilidenemal ononitrilo) disponible en forma de envase o granada.
. CN (cloroacetofenona) - frecuentemente vendido como "Mace" en envase o aerosol.
. Pimiento- hecho con pimientos de chile (ají picante) mezclado con un vehículo de aceite de maíz.

El uso de los gases lacrimógenos en los sucesos recientes claramente demuestran que la exposición a esta arma química es difícil de controlar y es indiscriminada, es decir, no solo afecta a los manifestantes que se intentan dispersar o controlar sino también al resto de la población que se encuentre en los alrededores como pasantes u observadores.

Cuando se detona al aire libre una granada de CS se genera una nube de 6 a 9 metros de diámetro, concentrándose una mayor densidad en el centro de hasta 5.000 mg/m3 que se van dispersando en la periferia. Las concentraciones son mucho más elevadas en espacios cerrados y potencialmente fatales por arriba de 50.000 mg/m3 en un 50% de los casos.


El mal uso de los GL, llega a tal punto que se ha evidenciado, en las últimas manifestaciones, por testimonios de presentes y en grabaciones de los medios de comunicación televisivos como granadas de GL han entrado por las ventanas de apartamentos que nada tienen que ver con las manifestaciones, se han disparado granadas de GL directamente sobre las personas, se ha causando lesiones traumáticas severas y quemaduras por el choque directo de las granadas con el cuerpo de las personas, han caído en bombas de gasolina con el grave peligro de ignición, y se ha exagerado en el número de envases y granadas lanzados en un mismo sitio en poco tiempo y en lugares cerrados.


Los daños pulmonares, carcinogénicos, reproductivos y genéticos de largo plazo. Muchos países prohíben el uso de estas armas químicas e incluso intentan incluirlas dentro de las armas prohibidas bajo el Protocolo de Ginebra.


Los gases CS y CN son disparados como envases o granadas, popularmente conocidas como "bombas lacrimógenas"; también por medio de latas de aerosol. El CS es más fuerte pero se dispersa y disipa con mayor rapidez.
Ambos gases CS y CN irritan las membranas mucosas de los ojos, nariz, boca y tracto respiratorio, y causan lagrimeo profuso, estornudos, tos, etc.


El gas pimienta es un agente inflamatorio más poderoso que produce inflamación de ojos, nariz y boca.

Los efectos más comunes de CS y CN son:

Irritación intensa de los ojos, que produce lagrimeo abundante, hipersensibilidad a la luz, conjuntivitis y ceguera temporal, irritación de las membranas de la nariz, tráquea y pulmones, que causan secreción nasal, sensación de ahogo, tos, irritación de la garganta y el estomago con inducción del vómito y posible diarrea; irritación de la piel con sensación quemante dolorosa y picazón. Estos síntomas son aumentados por el calor y la humedad.

Inhalaciones intensas de CS han demostrado su capacidad de producir neumonitis química y congestión pulmonar fatal.

También se han registrado casos de insuficiencia cardiaca, daño hepatocelular (del hígado) y muerte en adultos. En casos de quemaduras por contacto se han producido sensibilizaciones con dermatitis por contacto. Algunos de los agentes CS son potencialmente tóxicos a nivel genético.

Fuente: Profesores de la Facultad de Medicina de la UCV