Prensa Latina
La triste realidad asola a casi medio millón de niños incorporados al mercado laboral y a prácticas como la prostitución, una fuente de ingresos usada para ayudar a la manutención de sus familias.El mercado del sexo constituye un fenómeno creciente en la nación centroamericana, en la cual la mitad de la población está compuesta por menores de 18 años.Recientemente, Mirta Kennedy, directora del Centro de Estudios de la Mujer de Honduras (CEMH), denunció la existencia de una cultura de aceptación sobre el uso de niñas en actos impúdicos."Es permitido socialmente que personas adultas busquen niñas y niños para la comercialización sexual", expresó la activista.Tal afirmación responde a que la legislación no comprende el empleo sexual de la niñez, y la aplicada o es muy débil o no tiene como objetivo eliminar las causas del mal, sino reprimirlo para ocultarlo.El gobierno hondureño carece de cifras exactas sobre la prostitución infantil, pero la realidad revela a decenas de menores ejerciendo en las calles el más antiguo de los oficios.Muchas jóvenes están en condiciones de esclavitud, ya sea en poder de proxenetas, parientes o pandillas, comentó la jefa de la Comisión de la Niñez y la Mujer del Congreso, Lilian Jiménez.Expertos aseveran que la trata de infantes es estimulada por la pobreza, la agresión familiar, el tráfico, las pandillas (maras) y los contrabandistas, cuyo radio de acción comprende territorios salvadoreños, nicaragüenses, guatemaltecos y mexicanos.El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha constatado que el flagelo social es visto como parte del paisaje.Advirtió que el problema es grande y Honduras no cuenta con infraestructura estatal para prevenirlo y combatirlo.Los pequeños en el negocio del sexo es un tema recurrente en la nación cenetroamericana, -donde un 80 por ciento de sus 6,5 millones de habitantes vive en condiciones de pobreza-- e involucra incluso a niños de apenas cinco años, según UNICEF.La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó este miércoles en Tegucigalpa un estudio que propone la millonaria inversión en educación para la erradicación del trabajo infantil en Centroamérica y República Dominicana.Esa investigación formula erradicar el trabajo infantil en el transcurso de 20 años, a partir del año en curso, mediante un plan en el cual pequeños de seis a 14 años asistan a la escuela, y al alcanzar los 15 puedan incorporarse a laborar.Pero, impulsar la empresa requiere de al menos 17 mil millones de dólares en todos los países de Centroamérica y República Dominicana.Guillermo Dema, coordinador del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), expuso que el estudio "Construir futuro, invertir en la infancia" prevé demostrar el desarrollo de políticas sociales dirigidas a la infancia.La iniciativa anuncia la escolarización del 100 por ciento de los menores y el mejoramiento de la calidad pedagógica en naciones del área.El logro de la medida se alcanzaría si los gobiernos dedican sus esfuerzos a garantizar que los infantes sin escuelas -porque trabajan para ayudar a la manutención de sus familias pobres- lo hagan.Aunque el proyecto es esperanzador, las administraciones zonales deben replantearse nuevas políticas económicas y sociales, y la implementación de acciones en favor de la niñez y la adolescencia de sus países.