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miércoles, 4 de octubre de 2017

Honduras sera la sede de mujeres Nobel de Paz

Tegucigalpa, Honduras.
Por Sandra Rodríguez
Con el objetivo de visibilizar el rol de las mujeres en la lucha por la paz, el próximo 13 de octubre, un grupo de hondureñas se reunirán para tratar algunos temas como el impacto de la militarización, migración, violencia sexual, en fin, situaciones que se invisibilizan a la hora de reconocer a las víctimas
.                  Lo anterior lo dio a conocer Violera Delgado, defensora de derechos humanos de Nicargua, quien estará en el encuentro del grupo ‘1000 mujeres para el Premio Nobel de la Paz 2005’, junto a la defensora argentina María Julia Moreira. 

El encuentro se realiza en octubre de cada año, tendrá una de sus sedes en Honduras, y convergerán las defensoras catrachas que son parte de este proyecto de resolución de conflictos.

Ellas son: María Esther Ruiz Ortega, Reina Isabel Cálix, Albertina García Argueta, Itsmania Platero, Betha Oliva y -en memoria- Irma Leticia Silva Rodríguez de Oyuela.

Durante el evento se podrá apreciar la exposición fotográfica “Sin mujeres no hay paz”, que será el viernes de la siguiente semana en Tegucigalpa.

Se espera debatir sobre los temas que afectan a las mujeres en su participación pública en los diferentes ámbitos políticos sociales y laborales.

Ese día la organización “mil mujeres por la paz” estará desarrollando actividades en 22 países a nivel mundial, siendo Honduras uno de ellos.

El grupo ‘1000 mujeres para el Premio Nobel de la Paz 2005’ surgió con la iniciativa de distinguir a las mujeres que luchan día tras día contra la guerra, la violencia y las injusticias. Se trata de una iniciativa suiza, pero que cuenta con respaldo internacional.

Compartimos un poco sobre las hondureñas en este grupo de mil mujeres a nivel mundial:

                                                         María Esther Ruiz Ortega         
               “Sólo con la participación activa y real de la mujer es posible la paz”. 
María Esther Ruiz, feminista rural de Honduras, desde sus 11 años (1961), debió fungir de madre de sus hermanos. Los religiosos pasionistas le dieron formación. Ella creó grupos de mujeres para transmitirla. Religiosos más tradicionales la atacaron, el gobierno también. Vio que no bastaba con la formación para superarse, las campesinas necesitaban además independencia. Por eso la Asociación de Mujeres la Nueva Esperanza promueve además proyectos económicos.

                                                     Reina Isabel Cálix
                                                  
Tenemos que hacer algo por la humanidad todos los días, y tenemos que respetar la dignidad humana y el trabajo para el bien común. Sólo entonces podemos lograr la pieza.

Maestra rural desde los 15 años de edad, ingresó en el campo de la educación de adultos y empezó a formar parte de los grupos sociales comunitarios para las causas campesinas, y se dedicó a la lucha por la reforma agraria. Se acercó a dos masacres, en 1972 y 1975. Sobrevivió y, al año siguiente, empezó a organizar grupos de mujeres, sigue siendo profesora y actualmente enseña a otros maestros aprendices que, como ella, sueñan con crear una canción de cuna para la paz mundial con sus propias palabras, que es Reina Isabel Cálix, una hondureña.

Reina Isabel Cálix vendía dulces preparados por sus propias manos bajo el ojo atento de su madre, una maestra en el arte de hacer dulces, estaba en el segundo grado pero nunca había tenido un par de Nací en 1939 en el barrio de Juticalpa, la ciudad principal de la provincia de Olancho, cuando terminó el sexto grado, le pidió a su madre que la ayudara a solicitar un puesto en el área rural como maestra de aprendiz, lo consiguió en 1954 y ganó 40 lempiras al mes y pasó a otras escuelas. tortura para el primero al tercer grado, y fue capaz de enseñar a los adultos a leer y escribir. : En la década de 1960 participó en la lucha por la reforma agraria, uniéndose a las marchas y ocupando la tierra.En 1972, los seis campesinos En 1975, el ejército rompió una marcha de 5.000 personas, el ejército hondureño ocupó el cuartel general de la Unión Nacional de Campesinos, el Centro de Santa Clara, mató a personas, fue detenido y luego asesinado. fue el testigo del primer paso, instalándose en el Centro y empezando a organizar 1718 niños de 90 aldeas, en 12 municipios de Olancho, han recibido educación preescolar gracias a ellos 50 escuelas para adultos, un taller itinerante de costura (1) durante 18 años, Reina Isabel Cálix ha enseñado a maestros aprendices, 400 de ellos. , un curso para los panaderos calificados y uno para la horticultura ya están disponibles. Hoy, Reina tiene 67 años y sigue adelante.
Unión Nacional de Campesinos Federación de Mujeres Urbanas y Rurales de Olancho.
  
                                                          Albertina García Argueta
                                             
La paz es como la gloria de Dios”.
Una niña de Honduras hizo grandes esfuerzos para estudiar. Era hija de campesinos pobres. Había nacido en 1962 en un caserío donde sólo había escuela primaria. Pudo terminar el bachillerato y cursó algunas materias en la universidad. Sus logros eran excepcionales, pero las limitaciones económicas la detuvieron. Regresó Albertina García Argueta a su tierra y la vio desposeída. Creó entonces un centro de capacitación, una red de apoyo a mujeres maltratadas, gestionó ayuda a la microempresa, impulsó la cultura Lenca.
                                                                    Itsmania Pineda
                                              
  “Quien en su barrio es despreciado por delincuente, por drogadicto, por ladrón, en Xibalbá es tratado y respetado como una persona necesaria, importante, como un artista”. 

Honduras, país fracturado por la desigualdad crónica que expulsa de los centros económicos y culturales a una juventud que sobrevive marginada en la hermandad mística y violenta de las pandillas. Con la fundación de Xibalbá en 1989, Itsmania Pineda crea un espacio donde estos sectores juveniles reorganizan su participación social y mediante el aporte de su caudal artístico a múltiples actividades benéficas, descubren y proyectan una nueva identidad edificada sobre la admiración y el respeto de la comunidad.
                                                                Bertha Oliva
                                        
“¿Tu conociste al hombre más tierno del mundo? Yo sí: Tomás, mi esposo. Lo secuestraron en mi presencia cuando llevábamos cuatro meses de casados. Está desparecido desde 1981”.

Con algo más de 20 años, Bertha, se enamoró “del hombre más tierno del mundo”, y él, Tomás, de ella. Ambos, del mundo que iban a cambiar. Luchaban por pan y sonrisas. Una noche de 1981 lo secuestraron. él es una de las 184 personas desaparecidas en el país. Ella, Bertha de Nativí, la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (COFADEH), instancia que fundó, con otras mujeres como ella, buscando a su amor. 

                          Irma Leticia Silva Rodríguez de Oyuela (En su memoria)
                                                   
   “Tiene razón Nietzsche cuando dice que la historia es vida. La historia es civilizadora”.
Honduras, Tegucigalpa, 1935. Nace una niña de clase media, hija de un maestro y una maestra de escuela. Idéntica profesión tuvieron su abuela y su bisabuela. Ella será abogada andando el tiempo, pero el tiempo da vueltas. Leticia de Oyuela se vuelve historiadora, y es, de otro modo, maestra.