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sábado, 5 de noviembre de 2011

Asuntos Internos nunca dio resultado “altos jefes policiales apañan actos delictivos”

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LATRIBUNA.HN

TEGUCIGALPA.- Para defensores de los Derechos Humanos (DDHH) y analistas políticos, la Dirección Nacional de Asuntos Internos nunca cumplió con los objetivos para los que fue creada debidos a los altos niveles de corrupción que se han destapado en los últimos días.

Itsmania Pineda: Existe un informe a nivel internacional de policías que integran bandas del crimen organizado.Del 2009 a inicios del 2011 esta unidad policial ha recibido más 5,000 denuncias por faltas y delitos cometidas por agentes de la Policía Nacional, y a las que supuestamente les siguen un proceso de investigación.

Por delitos se registran unas 540 denuncias y sin méritos recibieron 1,104, sin encontrar indicios racionales, pero todavía tienen más 3,184 en proceso de investigación, revelan los informes del titular de esa dependencia, Santos Simeón Flores.

Según las mismas autoridades, la mayor parte de las denuncias pertenecen a elementos de la escala básica que son 12,000 policías, comparado a un poco más de 1,000 oficiales.

En ese sentido, la procuradora de DD.HH y miembro de la Red Mundial de Mil Mujeres de Paz, Itsmania Pineda, señaló que de las zonas de donde más se reciben denuncias por abusos de policías es la costa norte, Tegucigalpa, Trujillo y Santa Bárbara.

Aseguró que existe un informe a nivel internacional de policías que integran bandas del crimen organizado, narcotráfico, secuestros y se estima que unos 1,500 elementos están siendo investigados por haber cometido algún tipo de crimen.

ABUSO DE AUTORIDAD


Pineda, lamentó que por lo general las autoridades tipifican las acciones delictivas de los agentes policiales como abuso de autoridad, cuando en realidad las acciones son tan graves como tentativa de homicidio.
Ejemplificó que hace unos años policías jugaron a la ruleta rusa con niños de ocho años, poniéndoles la pistola en los sentidos y obligándola a halar del gatillo con tiro en la pistola y pese a que a nivel internacional se vio como tentativa de asesinato, las autoridades en Honduras lo calificaron como abuso de autoridad.

Dijo que la investigación la realizó la Unidad de Asuntos Internos, en tal sentido, señaló que esa dependencia “nunca dio los resultados esperados, pese a que ellos hablan de 5,000 denuncias en los últimos dos o tres años, pero recientemente presentó unos 1,500 casos a la Ministerio Público. Sin embargo, no iban evacuados completamente”.

“Sus investigaciones no son suficientemente profundas para reforzar un caso en la Fiscalía, no presentan los documentos, ni los hechos que involucran a los policías teniendo como resultado la pérdida de los casos”.
“El problema es que no hacen las investigaciones profundas por temor u amistad” dijo, al tiempo de lamentar que mientras se desarrollan las investigaciones los policías están libres o las autoridades superiores los mandan como jefes a otros departamentos del país y hasta los ascienden.

Raul Pineda Alvarado: “Hay que reconocer que existen altos niveles de contaminación”.Además, refirió que también hay negligencia de las autoridades del Ministerio Público por medio de sus diferentes fiscalías por lentos procesos que siguen para presentar los requerimientos fiscales.

ORGANIZACIONES CRIMINALES


“Lo que pasó con el hijo de doña Julieta Castellanos es apenas la punta del Iceberg, porque en la Policía funciona una verdadera organización criminal y con conocimiento de los mismos jefes”, declaró a LA TRIBUNA, el analista político, Raúl Pineda Alvarado.

Indicó que los hechos delictivos realizados por los elementos policiales, son hechos con profunda eficacia y “son los jefes policiales que en este momento están poniendo en precaria la existencia de la policía”.
En ese sentido, dijo que se tiene que considerar seriamente la capacidad de intervenir la Policía, que no es un trabajo que puede desempeñar individualmente el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla.

Pineda, recomendó tomar la experiencia de 1993, donde se nombró una junta interventora, encabezada por personas respetables, honestas y conocedoras del tema, con voluntad y firmeza como en aquel entonces que fue Oscar Andrés Rodríguez.

Sugirió integrar una comisión de policías honestos y especialmente seleccionados, personas de la sociedad civil bien informados y con asesoría de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF.AA).

De ahí comenzar hacer una labor efectiva de depuración, desde los altos mandos policiales hasta la escala básica, acompañado con acciones emergentes.

CONTAMINADA


Reconoció que no toda la policía está contaminada. “Hay que reconocer que existen altos niveles de contaminación. Sin embargo, pueden ser depurados por una decisión política del Presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa y el Congreso Nacional”.

“Este no es un problema donde hay que estar improvisando, sino de tomar las experiencias del pasado y entender que el problema es mucho más grande y complicado”.

Señaló que la población tiene altos niveles de desconfianza en la Policía, debido a que no está siendo controlada. “Las instituciones en que menos confía la sociedad hondureña son los políticos y la policial, pero son los políticos los obligados a tomar acciones urgentes, para castigar drásticamente a los que portan un uniforme, pero que son una amenaza para la población”.

En ese sentido, el Congreso Nacional, aprobó el jueves anterior desconcentrar los Asuntos Internos para crear la Dirección de Investigación y Evaluación de la Cerrera Policial, con el propósito de hacer más transparentes los procesos de investigación.