LAS CENIZAS DEL PASADO FORMAN LOS HOMBRES DEL FUTURO
¡¡¡SEA TESTIGO¡¡¡
Para que el Mundo Juzgue.
El Complejo Pedagógico Renaciendo, es un centro de privación de libertad para menores creado hace 50 años por la Junta de Bienestar Social de Honduras, sus instalaciones nos remontan al corazón de quienes lo crearon con el objetivo de educar a los niños confundidos, desviados del buen camino, algunos enajenados por el sufrimiento y el dolor, canchas de básquetbol, fútbol y extensas aulas de clases confunden la mente de los seres humanos llenos de sensibilidad social, hoy convertidas en instalaciones en completo abandono. El espíritu humanitario con el cual fue creado se confunde con el inmenso zanjo de aguas negras por años estancado y quieto. En lo profundo yace la dignidad y la autoestima de muchos niños que por ahí pasaron se hicieron hombres y hoy alberga a 104 menores de edad. A medida que nos sumergimos, Renaciendo se convierte en un viaje a un lugar desconocido y oscuro, nos lleva a descubrir: las joyas arqueológicas, históricas, los tesoros mas famosos, enterrados en lo mas profundo: vasijas de metal retorcido, sin que con el paso del tiempo perdieran su valor y su brillo, algunas se desformaron, en su interior unas están vacías, otras llenas de lodo, pero todas aun yacen la profundidad y el olvido. Entre ellas hay una que mas brilla y da mas luz es la humildad en los momentos mas oscuros, sus rayos penetran y terminan por eliminar el miedo, la inseguridad, y te habré las puertas para conocer la verdad universal. A medida que penetramos el oscuro Renaciendo, edificio, sobrio, abandonado y vació, que evidencia el VERDADERO CORAZON DE LOS HONDUREÑOS, olvidando los principios naturales y que escapan al control de la aplicación de la Justicia.Llegamos sin saberlo al modulo del estigma de los tatuajes, grafitis que AÑORAN LAS PALABRAS DULCES DE ALIENTO DEL SACERDOTE O DEL PASTOR DEL TEMPLO, caemos en un estado de reflexión silenciosa, aceleramos el paso, de prisa por los sombríos pasillos, cuyas paredes son únicos testigos de la verdad, de las violaciones, de las torturas, y vemos la vida desde otra perspectiva, por un momento damos gracias de no estar ahí y poder regresar, de tener lo que tenemos y olvidar, o bien adquirimos la certeza de confiar en los valores que hacen que los seres humanos renueven la relación con sigo mismos y con el mundo entero.Sin darnos cuenta llegamos al modulo de los sentenciados y cautelares, embriagados por el fétido olor que emana de las aguas estancadas en los dormitorios y reaccionamos, cuando un niño nos pregunta ¿DONDE ESTA DIOS? Paradójicamente la conciencia nos hace perder el equilibrio, nos confundimos con los valores universales y los humanos. Decimos: ¡Ellos están aquí porque lo merecen!, ¡sentimos coraje y perdemos el sentido de la vida! Por un momento nos volvemos igual que ellos. Nos damos cuenta que existe una muralla física, intelectual, y emocional, nos invade el ego, nos destruye el autoestima, levantando muros de arrogancia, y de orgullo que hacen que los niños de Renaciendo estén cada vez mas distantes y olvidados. Rápidamente invadidos por el miedo y la inseguridad, aceleramos el paso, a lo lejos escuchamos los gritos cuando un niño pide pan, otro un lempira, quizás uno mas avispado nos pide un cigarro o una pastilla para poder dormir.Sus cuerpos aun albergan, los trofeos de la guerra de la calle, 3 balas en el costado izquierdo, un pedazo de plomo en el tobillo eso es común en Renaciendo, enfermedades calenturas, desnutrición, son el toque natural, que forma parte del ambiente. Renaciendo se convierte en "LA CARA DE LA INFAMIA, DE LOS DERECHOS HUMANOS EN HONDURAS", el centro de los olvidados, de los mas abandonados, los que como en una subasta han sido valorados por los corruptos, unos a precio de Euros y los de menos suerte a precio de Dólar, los niños de Renaciendo se convirtieron en números dejando atrás su condición de Seres Humanos, y han pasado a formar parte de las innumerables líneas de estadísticas de muchas instituciones.... Total la Justicia en Honduras siempre perdona y el pueblo al final siempre olvida."Cualquier acto de libertad es liberador, poderoso que ennoblece, alineado a la conciencia humana". Sin saberlo empezamos a experimentar las mas crueles aflicciones, se nos acelera el pulso, aumentan las palpitaciones, necesitamos aire, sentimos de cerca la agonía que te asfixias, llenos de complicaciones, se confunde nuestra mente, nuestro intelecto y entonces el corazón nos traiciona.Ciertas cosas requieren tolerancia, el extremo de las estaciones que nos hace sentir el hielo en los huesos o diversos niveles de dolor corporal. Pero logramos adaptarnos al calor o al frió. Cuando la noche empieza, envueltos por la niebla arropados por el frió del Valle de Amarateca, en la penumbra escuchamos los pasos de los guardias de la escuelita, no sabemos a quien le espera la próxima violación, o los crudos golpes del mango de un hacha en nuestras frágiles rodillas, el silencio nos empieza a enloquecer, lo interrumpen los gritos de un chico cuando le ponen la capucha con cal y otro mas allá con una capucha con excremento, Los gritos despiertan nuestra imaginación, y luego nosotros mismo nos respondemos en ¡! LAS CARCELES DE HONDURAS NO ESTA DIOS!! Por fin interminable se ve el pasillo de salida el portón custodiado por 3 guardias, esta cerca, ¡llegó la libertad de las ataduras creadas por el actuar de nuestra conciencia!. Y ahora despertamos ya salimos... Esta es la cruda realidad del "Complejo Pedagógico Renaciendo" muchos cumplieron con su misión, aprendieron con esmero el ARTE de torturar, LA PEDAGOGIA de mostrar a otros los efectos y estragos que causa el sufrimiento y el dolor. RENACIERON criminales, algunos custodios ascendidos con honor, otros con el honroso Titulo DE SER EDUCADOR.