Martes 14 de agosto
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Periodistas hondureños abandonados a su suerte
Publicado el : 9 de agosto 2012 - 11:05 de la mañana | Por Fernando Cabrera (Youtube/acentodiario)
Las amenazas y atentados contra periodistas
hondureños suman y siguen. Tres nuevos casos ponen a los trabajadores de
los medios ante un dilema: el silencio o el exilio.
La noche del tres de agosto dos hombres montados en una motocicleta dispararon contra el domicilio del periodista José Chinchilla. Chinchilla, corresponsal en la ciudad El Progreso de la emisora Radio Cadena Voces, salió ileso de los disparos pero uno de sus hijos resultó gravemente herido. Los últimos meses el periodista había realizado reportajes y sacado noticias sobre la delincuencia y los desalojos de campesinos en esta región de Honduras.
Considerando la ausencia de protección policial Chinchilla pidió el lunes pasado asilo en la embajada de Estados Unidos para él y su familia y dijo que no sabe quién o quiénes están detrás de este atentado que se convierte en el segundo contra su persona. El 24 de diciembre de 2009 había resultado ileso después de que desconocidos que viajaban en un vehículo le dispararan.
Manifestaciones
En vista de la creciente violencia y los más recientes ataques contra periodistas, organizaciones hondureñas de derechos humanos manifestaron, una vez más, su indignación por la lentitud de las investigaciones por parte de la policía. Por su parte la organización internacional Reporteros sin Fronteras (RSF), aprovechó para expresar su preocupación por la “reciente intimidación policial” contra la emisora Radio Progreso, ubicada en esa misma ciudad, debido a su cobertura durante los conflictos agrarios.
En una conversación con Radio Nederland, Benoit Hervieu, responsable del Despacho de las Américas de RSF, lamentó que en Honduras "desgraciadamente la impunidad permanece en todos los casos que enlutan al gremio". Según Hervieu, “…la investigación sobre este atentado debe ir acompañada de otra sobre las graves deficiencias de esta institución. La lucha contra la impunidad no puede darse sin una profunda reforma del poder judicial y policial, en un momento en el que casi todos los asesinatos de periodistas, abogados, defensores de los derechos humanos aún siguen sin ser esclarecidos’’.
Escuche la entrevista a Benoit Hervieu
Denuncias de corrupción
Otro caso concreto se refiere a la situación del periodista Ariel D’Vicente, propietario de la emisora Canal 21 en la localidad de Choluteca. D’Vicente había hecho públicos varios casos de corrupción que involucran a funcionarios del Estado de Honduras, candidatos a elección popular e incluso algunas organizaciones no gubernamentales.
Debido a sus revelaciones sobre un escándalo de corrupción que provocó la dimisión, el pasado 2 de agosto, del Ministro de Finanzas, Héctor Guillén, D’Vicente fue tomado bajo tutela por el Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, quien le prometió protección declarándolo públicamente como testigo protegido. Desde varios sectores se dijo que eso exponía aún más la vida del periodista y de los miembros de su familia. A estos dos casos les precedió el asesinato perpetrado el pasado 13 de julio contra el periodista Adonis Felipe Bueso, de 24 años y que trabajaba en los noticieros de la emisora cristiana, Radio Stereo Naranja. Bueso fue acribillado a balazos junto a otros dos miembros de su familia en la ciudad de Villanueva, a 200 km al norte de la capital Tegucigalpa.
Impunidad
Ya son varios los informes que sitúan a Honduras a la cabeza de los estados más peligrosos del planeta con una tasa de homicidios de 82 por cada 100.000 habitantes. Sólo en los últimos dos años un total de 21 periodistas han sido asesinados y la gran mayoría de los casos aún está en la impunidad. Las autoridades policiales atribuyen todos estos asesinatos a la violencia que afecta al país pero los periodistas mismos y organizaciones de derechos humanos dentro y fuera de Honduras aseguran que los crímenes están directamente relacionados con la labor periodística de las víctimas.
Este jueves en la capital Tegucigalpa se reunirá la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) para analizar la situación actual en materia de libertad de expresión y los casos de asesinatos de periodistas que han quedado en la impunidad. Según el comunicado la finalidad del encuentro, en el que participarán expositores de México, Colombia y Perú, es establecer un plan de acción “que le sirva al gobierno para superar los atentados y crímenes contra los comunicadores sociales, defensores de los derechos humanos, abogados y otros grupos que se encuentran vulnerables”. Mientras este y otros planes se realizan, los periodistas hondureños siguen frente a un dilema: el silencio o el exilio.
Escuche la entrevista a Itsmania Pineda, activista pro Derechos Humanos de Honduras
La noche del tres de agosto dos hombres montados en una motocicleta dispararon contra el domicilio del periodista José Chinchilla. Chinchilla, corresponsal en la ciudad El Progreso de la emisora Radio Cadena Voces, salió ileso de los disparos pero uno de sus hijos resultó gravemente herido. Los últimos meses el periodista había realizado reportajes y sacado noticias sobre la delincuencia y los desalojos de campesinos en esta región de Honduras.
Considerando la ausencia de protección policial Chinchilla pidió el lunes pasado asilo en la embajada de Estados Unidos para él y su familia y dijo que no sabe quién o quiénes están detrás de este atentado que se convierte en el segundo contra su persona. El 24 de diciembre de 2009 había resultado ileso después de que desconocidos que viajaban en un vehículo le dispararan.
Manifestaciones
En vista de la creciente violencia y los más recientes ataques contra periodistas, organizaciones hondureñas de derechos humanos manifestaron, una vez más, su indignación por la lentitud de las investigaciones por parte de la policía. Por su parte la organización internacional Reporteros sin Fronteras (RSF), aprovechó para expresar su preocupación por la “reciente intimidación policial” contra la emisora Radio Progreso, ubicada en esa misma ciudad, debido a su cobertura durante los conflictos agrarios.
En una conversación con Radio Nederland, Benoit Hervieu, responsable del Despacho de las Américas de RSF, lamentó que en Honduras "desgraciadamente la impunidad permanece en todos los casos que enlutan al gremio". Según Hervieu, “…la investigación sobre este atentado debe ir acompañada de otra sobre las graves deficiencias de esta institución. La lucha contra la impunidad no puede darse sin una profunda reforma del poder judicial y policial, en un momento en el que casi todos los asesinatos de periodistas, abogados, defensores de los derechos humanos aún siguen sin ser esclarecidos’’.
Otro caso concreto se refiere a la situación del periodista Ariel D’Vicente, propietario de la emisora Canal 21 en la localidad de Choluteca. D’Vicente había hecho públicos varios casos de corrupción que involucran a funcionarios del Estado de Honduras, candidatos a elección popular e incluso algunas organizaciones no gubernamentales.
Debido a sus revelaciones sobre un escándalo de corrupción que provocó la dimisión, el pasado 2 de agosto, del Ministro de Finanzas, Héctor Guillén, D’Vicente fue tomado bajo tutela por el Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, quien le prometió protección declarándolo públicamente como testigo protegido. Desde varios sectores se dijo que eso exponía aún más la vida del periodista y de los miembros de su familia. A estos dos casos les precedió el asesinato perpetrado el pasado 13 de julio contra el periodista Adonis Felipe Bueso, de 24 años y que trabajaba en los noticieros de la emisora cristiana, Radio Stereo Naranja. Bueso fue acribillado a balazos junto a otros dos miembros de su familia en la ciudad de Villanueva, a 200 km al norte de la capital Tegucigalpa.
Impunidad
Ya son varios los informes que sitúan a Honduras a la cabeza de los estados más peligrosos del planeta con una tasa de homicidios de 82 por cada 100.000 habitantes. Sólo en los últimos dos años un total de 21 periodistas han sido asesinados y la gran mayoría de los casos aún está en la impunidad. Las autoridades policiales atribuyen todos estos asesinatos a la violencia que afecta al país pero los periodistas mismos y organizaciones de derechos humanos dentro y fuera de Honduras aseguran que los crímenes están directamente relacionados con la labor periodística de las víctimas.
Este jueves en la capital Tegucigalpa se reunirá la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) para analizar la situación actual en materia de libertad de expresión y los casos de asesinatos de periodistas que han quedado en la impunidad. Según el comunicado la finalidad del encuentro, en el que participarán expositores de México, Colombia y Perú, es establecer un plan de acción “que le sirva al gobierno para superar los atentados y crímenes contra los comunicadores sociales, defensores de los derechos humanos, abogados y otros grupos que se encuentran vulnerables”. Mientras este y otros planes se realizan, los periodistas hondureños siguen frente a un dilema: el silencio o el exilio.