AFP
Las pandillas han convertido a Honduras en el país más violento en América Central.
AFP7 de Febrero
TEGUCIGALPA.- Honduras, que desde 1997 enfrenta una ola criminal generada por los pandilleros juveniles o "mareros", es la nación más violenta de la región, reveló un informe de la Universidad Centroamericana (UCA) de El Salvador.
70 mil jóvenes son de las Maras
La investigación también ubicó a Honduras como el segundo país más violento de América Latina, después de Colombia."Con 3 mil 123 muertes por armas de fuego en el 2004, Honduras es ahora el más violento del continente después de Colombia, donde se libra una guerra", dijo el director del Departamento de Postgrado de la UCA, Mauricio Gaborit."Eso significa que Honduras cuenta con el 45.7 por ciento de homicidios por cada 100 mil personas y Colombia el 47 por ciento, añadió. "Y esas estadísticas sitúan a Honduras por encima de El Salvador y Guatemala, que en el mismo periodo de 2004 registraron el 41 por ciento de muertes".
"La violencia causada por los mareros en Centroamérica es enorme y compleja... y es necesario adoptar acciones legales conjuntas", dijo Gaborit al inaugurar un diplomado de tres años sobre Inseguridad Social.Sus conferencias, auspiciadas por las Naciones Unidas, son dictadas en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras con sede en esta capital. La UCA es administrada por la Compañía de Jesús.Cerca de 3 mil muertesSegún Gaborit, en El Salvador ocurren anualmente 2 mil 696 muertes, cuyo 93 por ciento son jóvenes de entre 15 y 17 años. El año pasado, sin embargo, hubo 1mil 200 homicidios en ese país."Una situación similar se detecta en Guatemala", aseguró. "Y las cifras de Nicaragua y Costa Ricas son más bajas". La violencia en Nicaragua y Costa Rica oscila entre el 10 y 20 por ciento anual por cada 100 mil personas. Entre las causas de la violencia , Gaborit señaló la inseguridad y la pobreza, que agobia al 71 por ciento de los 7 millones de habitantes en Honduras. "En Centroamérica ha nacido una sociedad con dos categorías sociales: la que disfruta del dinero y la que no tiene lo esencial para vivir", añadió. "Ese desequilibrio favorece la proliferación de maras (pandillas)".Indicó que "las maras son la expresión del malestar de una sociedad elitista, discriminadora y excluyente, una consecuencia de la falta de atención de los gobiernos a los problemas de la comunidad".Para Gaborit, más de 70 mil jóvenes pertenecen a las maras en Centroamérica. Unos 40 mil hay en Honduras, 14 mil en Guatemala, 10 mil en El Salvador y el resto en Nicaragua y Costa Rica."Pero el problema de la criminalidad y la violencia no es propio de Honduras o de Centroamérica, aqueja a casi todo el mundo", subrayó. En la región operan la Mara Salvatrucha y La 18, con peligrosos miembros entrenados por miles de centroamericanos que Estados Unidos deportó en nueve años, tras pertenecer a pandillas similares en Los Angeles y otras ciudades norteamericanas.
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