Hace pocos meses se interpuso ante la Opinión Pública Mundial una conmovedora carta sobre las condiciones del Complejo Pedagógico Renaciendo, dirigida a la entonces Primera Dama doña Aguas Ocaña de Maduro por parte del escritor español Juan Carlos Mestre, quien fue invitado a Honduras por el Colectivo Paíspoesible para dar a conocer su obra.La invitación era encabezada también por otras Instituciones que ven en la literatura la necesidad de encuentro con la dignidad y la creatividad. El poeta Mestre desarrolló varias lecturas y dirigió conferencias y tertulias a nivel nacional. El tiempo que Juan Carlos Mestre estuvo en Honduras alentó a muchos jóvenes creadores y fue aleccionador para el Colectivo Paíspoesible. Este gran escritor dejó una noción que todo ciudadano honesto debe agradecer, la de reflexionar no sólo por el fenómeno de la creación literaria, sino también la de luchar con la fuerza total del espíritu contra aquellas injusticias que a veces no se asumen desde el arte.El pueblo hondureño presenció muchas veces a la señora de Maduro, en lo que supuestamente perfilaba una labor de su lugar en el gobierno: acompañada de su séquito de periodistas, se internaba en casas de prostitución de menores, escalaba cercas y ventanas (previa postura para la fotografía), apropiándose de las tareas policiales. No estamos, sin embargo, ante una epopeya moderna; si el lector es inteligente, quiero decir consciente, no vinculará tales hazañitas como un gesto de humanidad, sino como una parodia de lo que supuestamente es el buen quehacer de un gobierno democrático. La lucha de la señora se pareció más a las acciones de un personaje arquetípico, en una proximidad a la decadencia moderna. La virtud de los heroica a la que aspiraba se compraba publicando reportajes en los diarios, revistas y programas de España con el fin de lograr una imagen de súper primera dama mientras decenas de niños estaban sepultados en sus propios excrementos en las ingratas condiciones del Complejo Pedagógico Renaciendo.Las acciones descritas anteriormente terminaron por postular la imagen de una heroína para la población nacional y una inundación de artículos, reportajes, comentarios que al fin poco o nada mejoraron la verdadera situación de los niños y jóvenes en riesgo, especialmente la de aquellos que la propia dama en cuestión tenía bajo su responsabilidad como la del Complejo Pedagógico Renaciendo de Támara, centro de rehabilitación de menores infractores cuya descripción, según las palabras de Juan Carlos Mestre en la carta dirigida desde España a la señora Ocaña de Maduro, es como "un descenso a los infiernos inimaginables del horror"; donde "he visto a decenas de muchachos, niños adolescentes, encerrados como alimañas en jaulas insalubres, barracones oscuros, sin ventilación, enfermos hambrientos, desesperados. He hablado con ellos, me han relatado episodios que ofenderían la sensibilidad de los oídos más indiferentes, como el hecho que la policía los haga colocar sus rostros sobre excrementos, he visto las huellas de los malos tratos y la tortura en sus cuerpos, he mirado sus rostros horrorizados por el miedo, el temor de una próxima violación, a otro simulacro de fusilamiento, a la siguiente paliza. He visto en las paredes de los barracones las huellas de los disparos de fuego realizadas como amedrentamiento contra los muchachos durante los arbitrarios registros nocturnos". Mientras esto sucedía ¿dónde estaban interpuestos los oficios de la ex Primera Dama? Todavía el cinco de febrero de 2006, leí en un diario nacional acerca de la visita de la nueva Primera Dama, señora Xiomara Castro de Zelaya, quien aparece en primera plana de un periódico incrédula y asombrada sobre la situación real del Complejo Pedagógico Renaciendo. Imagino la sorpresa. Es difícil asumir alguna lucha y empezar de cero, cuando ya se propugnaba a nivel internacional que todo estaba resuelto.Hasta donde la cordura exige se debe analizar la significación de lo que implica la figura de la Primera Dama dentro de la estructura estatal. Evidentemente no es la un simple eslabón de las efemérides nacionales, un síntoma decorativo o una posibilidad de heroísmo tercermundista. Tampoco se puede aprovechar la miseria de un país atrasado para sobresalir o para tener una linda conversación de entremesa. Si existe tal figura estatal, existe también la responsabilidad y la exigencia de cuentas respecto a las instituciones y a los asuntos que la voluntad democrática le ha otorgado. Es que a veces nuestros mandatarios ven en el ejercicio del trabajo de la Primera Dama una simple salida de emergencia; haciendo del tema de los Derechos Humanos y la situación de los menores un asunto secundario para que los trate la Primera Dama. Doña Aguas nunca pudo entender que la lucha contra las condiciones que afectan a la niñez y la adolescencia en Honduras es una tarea institucional, del Estado, y de los organismos o personas que ven en el respeto al derecho de los demás no solo una finalidad filantrópica, sino una estatura humana, legal y democrática, como lo exige la convivencia del hombre. Nunca hubo coordinación efectiva con las organizaciones de Derechos Humanos, pues se desconocía o se pretendía desconocer cuál era la tarea de tales organismos. La señora de Maduro desconoció, en el caso del Complejo Pedagógico Renaciendo, incluso los mismos informes del gobierno al que pertenecía. Por ejemplo, en la reunión con el Ministerio del Interior de España, en presencia de Juan Carlos Mestre, la señora Ocaña de Maduro, acompañada de doce personas que se identificaron como periodistas hondureños, pidió la intervención de la Guardia Civil Española para salvaguardar los centros de menores y cárceles en Honduras, elevando su locura y atentado contra el Estado de Honduras, la dama se sorprendió al conocer hasta esa fecha el informe sobre una visita de un equipo de la Secretaría de Salud, el 4 de Noviembre de 2005, que fue presentado el 25 de noviembre bajo Oficio número 435-2005 y donde literalmente se lee -aparte de las barbaries que describe acerca de las condiciones físicas del Centro Renaciendo y del diagnóstico de los menores detenidos- en las recomendaciones de la Secretaría de Salud en el numeral uno "Declarar el cierre inmediato" porque tal lugar no tiene condiciones habitables y lógicamente degradan a los detenidos. Paradójicamente, mientras ella se movilizaba en la búsqueda de ayuda para una Fundación que le permitiera continuar sus acciones de asistencia social, un Oficio del Ministerio Público con numero 3769-05 FEDH llegaba a un organismo de Derechos Humanos de Honduras, y en él se comunicaba sobre la presentación de un requerimiento fiscal contra cuatro policías penitenciarios del Centro Pedagógico Renaciendo " por delito de Torturas en perjuicio de varios niños, y que aún está pendiente el Habeas Corpus que presentamos a favor de que se corrijan las condiciones de insalubridad en que viven". Si la aspiración de la gente de juicio que pertenece a la estructura del poder de Honduras es servir o fortalecer tanto la administración pública, como asegurar aquellos derechos que se pregonan como esenciales; ¿por qué se permiten los libertinajes individuales de los servidores públicos?, ¿por qué se sigue el juego de pan y circo y por qué la megalomanía tiene lugar en una estructura democrática donde se aspira a mejorar la condición de la colectividad y no la falsa imagen individual? Acaso la idea de gobernar en un sistema democrático no tiene su sustento en el servicio a los otros y Honduras no es más que un escenario para lanzar estrellatos mansos a la cultura cinematográfica mundial. Pero nuestro país aún tiene dignidad, puede que la nieguen muchos y es posible que nuestro pesimismo, a veces nos lleve a la desesperanza. Tendrá que asumir la señora Castro de Zelaya la gran tarea de retornar la dignidad que el gobierno anterior le robó y le pisoteó a estos niños y adolescentes. Es innegable la represión durante el gobierno de Maduro, tal asunto no es un azar, ni una imagen, sino consecuencia de un proceso orientado y definido. La tarea de la Primera Dama debe impulsarse desde la necesidad, y debe coordinar con las organizaciones y organismos que han comprometido su quehacer con los Derechos Humanos. También es bueno orientar a la prensa nacional, para que usen las palabras correctas, porque para muchos periodistas todo menor o joven detenido es pandillero y con irresponsabilidad se le determina y se le vincula a cualquier organización delictiva. Debemos recordar que la falsedad crea confusión en la vida nacional. Respetar al que está en desventaja no nos hace millonarios, pero tampoco nos vuelve miserables, respetar no engorda, ni mantiene la figura, pero nos da buen sueño y nos permite convivir contentos con nuestra conciencia, incluso alivia la pena de morirse como un desgraciado. También sería necesario darle seguimiento a las Medidas Cautelares extendidas por parte de la OEA en el caso del Complejo Pedagógico Renaciendo, (Documento REF: Niños detenidos en el Centro Juvenil Renaciendo, Solicitud de Medidas Cautelares-1057, Honduras) de fecha 13 de diciembre de 2004, dirigida al Ministerio de Relaciones Exteriores desde la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, del que el Gobierno del señor Maduro hizo caso omiso. Si se hace una lectura de la política gubernamental del señor Maduro, se puede afirmar que no reconoció los derechos de los menores infractores, para sustentar y crear mejores escenarios, para asegurar la continuidad de su partido en el poder a través de la terrorífica campaña electoral del tristemente célebre Lobo Sosa El nuevo gobierno debería realizar una investigación sobre el uso de los recursos económicos durante la gestión de la señora Ocaña; especialmente debe conocer el pueblo y sus organizaciones si hubo desembolsos por parte de la Junta de Andalucía, España y si es así, ella está obligada a dar cuentas administrativas. Por último es necesario recomendar a todos los amigos de los Derechos Universales del Hombre, a los escritores y artistas, estar alerta, prestos a cualquier nuevo surgimiento de esas imágenes megalómanas. Hay que ser severos con los que se aprovechan de nuestra miseria y han usado la imagen de la Primera Dama para sobresalir y para asegurarse una marcha triunfal con rumbo a ninguna parte. Hoy que se desarrolla un encuentro de Intelectuales del Mundo en Granada, Nicaragua, extiendo estas palabras a la conciencia de la imaginación, para que se enteren de la situación de los Derechos de los Menores Infractores en Honduras y para que lean la carta de poeta Juan Carlos Mestre sobre su experiencia con estos menores que durante el gobierno de Maduro y bajo el amparo de la señora de Maduro fueron humillados y tratados como desperdicios y que, como victimas de torturas físicas y mentales, forman parte ya de esa sombra dolorosa que cubre a América Latina. No podemos callarnos, ni dejar de denunciar la pudrición que se levanta de las casas de lujo de ciertos hombres y mujeres que ríen en su comodidad y malicia como si traicionar la vida de los desprotegidos es un galardón o un acto de magia que merece aplausos y condecoraciones.
Salvador Madrid(Escritor, Coordinador del Colectivo Paíspoesible)
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