Nacionales 17 Mayo, 2010
LATRIBUNA.HN
TEGUCIGALPA.- Una muñeca sin piernas y unos cuadernos rotos se observan tirados en el patio de la casa de “Ana”, una niña de 12 años cuyos derechos infantiles fueron “mutilados” por un violador que la convirtió en madre.
Miles de niñas han perdido sus derechos infantiles al ser víctimas de una violación.
Al igual que “Ana”, 1,664 jovencitas hondureñas fueron ultrajadas sexualmente en el 2009, según estadísticas del Observatorio de la Violencia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), basadas en exámenes de la Dirección de Medicina Forense.
Mientras la mayoría de las víctimas cae en el abismo de una profunda tristeza, “Ana” permanece en su casa, ubicada en la colonia Torocagua, donde arrulla a su bebé al ritmo de la música reggaetón…
“Los niños no tienen la culpa de que haya tanto hombre malo”, comenta la adolescente, mientras le quita la camiseta a su hijo Jesús, al ver que su pelo está humedecido por el sudor. En la casucha hace bastante calor, pues cerca de la única cama está colocado un fogón donde doña Martha, la mamá de la joven, hace tortillas para vender.
“Ana” la mira de reojo con cierta vergüenza y por eso calla cuando se le consulta quién la embarazó. En voz baja, relata que “venía saliendo de la escuela y allí había una casa que la estaban construyendo. Un albañil me dijo: niña, haceme un favor, ¿Podés pasarme ese balde? Entonces yo me acerqué para dárselo, pero él me haló y me llevó arrastrada para adentro”.
Doña Martha sale de la casa cargando una palangana con ropa sucia, entonces, con los ojos enrojecidos, la chiquilla cuenta que intentó gritar para pedir ayuda, sin embargo, el constructor le tapó la boca y la golpeó sin que ella pudiera defenderse.
TRISTE DESTINO
Lamentablemente, no sólo “Ana” ha tenido que vivir esa terrible experiencia a tan corta edad, pues datos del Centro de Derechos de la Mujer (CDM) señalan que un 4.9 por ciento de las hondureñas fue abusada sexualmente antes de cumplir los 12 años.
“No le quise contar a nadie lo que me había pasado porque me daba pena, por eso me salí de la escuela. En el hospital pusieron la denuncia pero no agarraron al hombre”, recuerda la menor, de piel trigueña, pelo amarillento, ojos vivaces y una delgadez que delata su pésima alimentación.
La pequeña apenas cursó el tercer grado de educación primaria y aunque sueña con ser una enfermera, por ahora se empeña en honrar el título de madre que la vida le dio.
Todos los días, “Ana” se levanta a las 5:00 de la mañana para hacer tortillas y el resto de su tiempo lo dedica a cuidar a Jesús, un niño de cara angelical que posiblemente se parezca a su padre, pero que ante los ojos de la muchachita, es el rostro del amor.
CASOS AUMENTAN
La coordinadora del Observatorio de la Violencia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Reyna Joya, afirma que las estadísticas de violación a niñas y jóvenes entre 0 y 19 años son alarmantes, ya que presentan un considerable incremento.
“En el 2008 hubo 1,065 jovencitas víctimas de violación, mientras que en el 2009 se registraron 1,664; es decir, se reportó un aumento de 599 casos, esto en lo que se refiere a las menores que son remitidas a la Dirección de Medicina Forense para exámenes médicos”, explica Joya.
La profesional señala que no sólo las cifras de ultraje sexual a chiquillas han aumentado, si no también aquellas en las que hombres y mujeres de todas las edades son las víctimas.
“En el 2008 Medicina Forense hizo evaluaciones sexuales a 1,468 personas de ambos sexos, este número aumentó en el 2009 a 2,229; de estos casos, 1,664 corresponden a niñas y adolescentes de 0 a 19 años, principalmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula”.
Joya agrega que a su vez existen reportes de otras instituciones como la Fiscalía de la Niñez, la Policía Nacional Preventiva y la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).
El año pasado la Fiscalía reportó 430 niños y niñas víctimas de abuso sexual en Tegucigalpa y San Pedro Sula, mientras que la DNIC registró 1,277 casos en ambas ciudades.
Mientras las estadísticas de violación a menores se elevan en más de 500 casos al año, la Fiscalía, la Secretaría de Salud, el Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (IHNFA), la DNIC y otras instituciones redoblan esfuerzos para combatir un flagelo que hasta la fecha continúa dejando sin futuro a miles de infantes.
Por: Carolina Fuentes
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