Cúpula policial planificó y asesinó al zar antidrogas
Un informe investigativo detalla como
la cúpula policial y mandos intermedios del 2009 planificaron y
ejecutaron el vil asesinato
EXCLUSIVA EL HERALDO
Tegucigalpa, Honduras“¡Ajá!, ¿y los gatilleros ya los tenemos?”, preguntó el comisionado general X al comisionado general Y, quien responde: sí, -sonríe, mira al subcomisario X y pregunta: “¿Ya los tenemos, verdad? y este contesta: “Sí señor, ya los tenemos, tenemos cuatro motorizados completos”.
Eran las 6:00 de la tarde con 17 minutos y 26 segundos del domingo 29 de noviembre de 2009 cuando la suerte del general retirado y titular de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN) del Ministerio Público, Julián Arístides González Irías, quedó echada.
El informe investigativo DGPN-DED2-DI-No. 1101-2009 de la Dirección de Inteligencia Policial, así como toda una serie de declaraciones testificales, tres videos y patrones fotográficos, entre otras evidencias en poder de la Inspectoría General de la Policía Nacional, de la Secretaría de Seguridad y del Ministerio Público, detallan cómo la cúpula policial y mandos intermedios de aquel momento planificaron y ejecutaron -el 8 de diciembre de 2009- el asesinato de González Irías, a petición de un narcotraficante de Colón.
De acuerdo con las evidencias encontradas, la planificación del crimen -en la oficina de la dirección de la Policía- y su ejecución no fueron perfectas, los responsables dejaron huellas por todos lados.
Esta investigación archivada por los operadores de la ley refleja que la falta de justicia sobre este hecho se sostiene únicamente por un sistema carcomido por la impunidad y la falta de voluntad de los entes especializados contra la corrupción policial, que en seis años mantienen el caso en la total impunidad.
Como este crimen no ha sido judicializado y los delitos contra la vida no prescriben, EL HERALDO se reserva por hoy los nombres de los oficiales señalados, así como sus cargos, con excepción de aquellos mencionados en el informe investigativo que ya están muertos. Lo que sí se revela son los rangos de los implicados.
En poder de EL HERALDO se encuentran los nombres de los autores intelectuales y materiales, los testimonios, videos y otras evidencias recogidas por la propia policía, donde se inculpa a su cúpula en este crimen.
Vea además: Los documentos que involucran a la cúpula policial en el crimen
Planificación
Según la descripción del primer video, el día domingo 29 de noviembre de 2009, a las 18:00 horas (6:00 de la tarde) con 17 minutos y 26 segundos, la cúpula policial y un grupo de oficiales de mando intermedio se reunieron en la oficina de la dirección de la Policía, ubicada en el Cuartel General de Casamata, para decidir cómo se ejecutaría el crimen.
Ya en la oficina los oficiales ven que hay cámaras grabando, por lo que uno de ellos se dirige al sitio donde está la pantalla y, al no saber cómo apagar el equipo, hala un cable y lo desconecta.
Él cree que las cámaras quedan deshabilitadas, pero no es así, el equipo, aunque aparenta estar apagado, sigue grabando, quedando registrada la planificación del asesinado del zar antidrogas en Ciudad Inteligente.
Así se graba una cinta con una duración de 14 minutos y 4 segundos donde se aprecia -según la descripción que hacen los investigadores del video- que los primeros en llegar fueron el comisionado general X y el comisionado general Y, el subcomisionado German Fernando Reyes Flores y el hermano del comisionado general X.
Todos ellos son recibidos en el parqueo de la dirección general por el general (director X), quien le entregó las llaves de su oficina al comisionado general X para que presidiera la reunión.
En el video se aprecia la llegada del comisionado X, cinco subcomisionados más, tres comisarios, cinco subcomisarios, tres inspectores, una inspectora y su presunto compañero sentimental, el clase III Constantino Rigoberto González Martínez.
En el video se ve y se escucha los siguientes diálogos:
El comisionado general X le pregunta al comisionado general Y: ¡Ajá!, ¿y los gatilleros ya los tenemos?
Sí -responde el comisionado general Y, sonríe y vuelve a ver al subcomisario A-. Sí, ya los tenemos, ¿verdad subcomisario A?, pregunta.
Subcomisario A responde: Sí señor, ya los tenemos, tenemos cuatro motorizados completos.
Luego habla el comisionado X y dice: Hay que montar vigilancia, recorrer la ruta que hace ese “tigre” desde ya.
Después dice el subcomisionado B: “Arístides González camina solo, botadito, por aquí pasa todos los días ve”.
El comisionado general X da las órdenes a tres subcomsionados y los llama por sus apellidos: Ustedes, subcomisionado A, subcomisionado C y subcomisionado B, hagan la avanzada y conozcan la zona bien, para que coloquen el dispositivo, que los acompañen el subcomisario B y el comisario A. Hagan bien las cosas, recuerden, señores, no podemos fallar, peligroso un doblón y no quiero que alguien de ustedes en un disgusto con otro oficial, ustedes mismos vayan a hablar papadas.
Sí, porque ya saben lo que les espera, ya todos nos conocemos y recuerden que esos capos son poderosos y se nos puede dar vuelta la tortilla, agrega el comisionado X.
Luego habla el comisionado general Y -riéndose-: Y si no pregúntele a subcomisario A y al inspector A, estuvieron a punto de que los mataran esos basura de la Lucha -refiriéndose a la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico-.
En ese momento toma la palabra el subcomisionado A y dice: Ese maldito de Arístides González es malintencionado con los policías.
Luego el subcomisionado B y subcomisionado C se acercaron al oído, mientras que el subcomisionado B dice: No hay que perdonar a Arístides, ese si nos agarra pandos nos dobla.
En ese momento, el comisionado general Y pregunta al comisionado general X y al comisionado X: “¿Ajá vos, y ya mandó el billete el jefe?”.
De eso se encargan el subcomisionado D, subcomisario c y la inspectora X, responde el comisionado general X.
Vea además: Los documentos que involucran a la cúpula policial en el crimen
El comisionado general X al tener esa respuesta dice: “Ok, bueno subcomisario A, usted confía en esos policías, hay que hablar bien con ellos, subcomisario A, que si los llega a detener otra autoridad, que no digan nada, que se encarguen ellos de los hechos y nosotros los sacamos de cualquier lugar que los metan. ¿Quiénes son, subcomisario A?".
"Señor, es Cherluis, su hermano, el “Macho” y otro motorizado que no recuerdo su nombre, pero sí son confiables y los conozco bien, señor", contesta el subcomisario A.
Dice el comisionado general X: “Ok, con el subcomisionado b se encarga usted de hablar con los policías gatilleros nuevamente para concientizarlos de que no vayan a andar haciendo comentarios fuera de lo normal con nadie, recuerden que estos policías cuando se emborrachan cuentan todo lo que hacen, adviértales, subcomisario A, por favor.
“Entendido, señor”, contesta el subcomisario A.
Agrega, entonces, el comisionado general X: “subcomisionado b, subcomisario A, recuérdeles a esos policías que solo hay 400 mil lempiras de pago por la cabeza de Arístides González”.
En ese instante habla el subcomisionado A para expresar: “todavía es mucho pago”.
Luego pregunta el comisionado general X al subcomisario D: ¿y usted ya tiene los policías de Tránsito que van a colocar en el semáforo del Guanacaste?
Sí, señor. Ya está coordinado todo con los policías, responde el subcomisario D.
Le advierte el comisionado general X: Hable también usted con ellos que si presencian algo que no reaccionen, porque no queremos policías muertos y no queremos divulgación ni comentarios con nadie, pero hable con ellos, por favor.
"No, señor, no se preocupe, señor, ya todo está arreglado", contesta el subcomisario D.
Dice el comisionado general X, levantando sus manos: "Nooo, yo no me preocupo, que se preocupen ellos". Todos los oficiales que están ahí se ríen fuerte.
Después de todo lo acordado en la reunión, el comisionado general X da las últimas órdenes: Bueno, señores, ya está todo acordado... No queremos planchones, quedan bajo el mando del subcomisionado B, subcomisionado C y subcomisionado A, ellos van a coordinar toda la operación, recuerden que la cabeza de Julián Arístides la quiere rápido el amigo W., eso tiene que estar antes del 8 del otro mes.
Y luego sigue con una escalofriante orden: Usted comisario B, Sobalvarro, comisario c y Nájera, hay que conocer bien esa escuela bilingüe de El Hatillo donde llega ese tigre a dejar ese niño, y conocer bien la ruta que utiliza hasta la Florencia, y confirmar si anda seguridad o anda solo, también hay que reconocer bien los vehículos que anda Arístides, no vaya a ser que maten a otra persona inocente.
A lo que contestan todos a la vez: Señor, anda solo, ya le hemos dado seguimiento , nosotros y ya conocemos todos los vehículos que él usa, ya nos mandaron las fotos de todos los carros que tiene y tenemos las placas.
El comisionado general X, satisfecho de la respuesta, dice: bueno, Ok, muy bien, se pueden retirar.
Sin embargo, el comisionado general X le pide al comisionado X y al comisionado general Y: (T) Esperate vos y comisionado general Y. Luego les dijo: Con ustedes nos reuniremos nuevamente acá el lunes 7 de diciembre, ese día manda el amigo (W) la plata para el pago.
Ambos oficiales contestan: Ok. Está bien, viejo. Salieron todos y se acaba la reunión. En el video se observa que todos siempre hablan en voz un poco baja, como si alguien los estuviera escuchando.
Línea de tiempo: Así se dieron los hechos del crimen
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