El mundo del cine es un portal de retrospección del tiempo. Cuando los libros de historia no son capaces de condensar lo que fue, el séptimo arte nos invita a reflexionar sobre los acontecimientos que fueron en la historia. Todavía recuerdo un filme llamado color purpura que vi de niño donde se retrata el sufrimiento de una mujer afrodescendiente en manos de un tirano machista. Años después me di cuenta que fue uno de los tantos haberes de Steven Spielberg exitoso director del cine. En diciembre del 2015 la directora británica Sarah Gravon lanza al cine la película llamada las sufragistas donde se recoge las luchas del movimiento feminista británico a finales del siglo XIX, y principios del siglo XX. Por años las voces de las mujeres habían sido ecos en el desierto en el mundo británico de aquella época.
Recién en 2016, la historia de 3 matemáticas afroamericanas que trabajaron en proyectos espaciales para la NASA ha sido llevada a la pantalla bajo el nombre de Hidden figures (figuras ocultas) dirigida por Theodore Melfi. Los estudios sobre el feminismo tan desarrollados en EUA y Europa nos hablan de olas por la lucha del reconocimiento de la mujer. Pero ¿Cuánto ha cambiado aquella visión de desigualdad entre el hombre y la mujer en nuestro mundo globalizado del siglo XXI? Lo cierto es que las estadísticas se nos presentan alarmantes a nivel global. Pese a los esfuerzos de generaciones tras generaciones de intrépidas luchadoras –como Emmeline Pankhurst líder sufragista en el reino unido– en muchas partes del mundo la mujer tiene agendas pendientes que hay que desempolvar de los libros de historia. O desde dentro de las propuestas de cada movimiento social de género. En nuestro país hay nombres que no pueden pasar desapercibidos.
Visitación Padilla, Graciela García, Rina Villars y la historiadora hondureña Leticia de Oyuela. ¿Acabaron las luchas en pro de las mujeres? No. La sociedad de consumo, del derroche nos obliga a meditar lo que hemos hecho como humanidad, por la humanidad, y para la humanidad. Hace dos siglos permeaba la idea de superioridad del hombre sobre la mujer. Tal visión fue visto como peligroso. Pero el correr de los años nos ha demostrado lo contrario. Si los libros de historia se nos hacen reliquias el cine trasluce cosas que vivieron con pasión, dignidad, algunos personajes que el lector o espectador inteligente puede valorar como grandioso. Leticia de Oyuela se destaca en los círculos académicos nacionales como una pionera en estudios de género, de vida cotidiana, y en historia de las mentalidades.
Cuando uno revisa la prensa nacional y observa la cantidad de mujeres que mueren a diario en nuestro uno debe de alzar aquellas banderas por la justicia que están caídas por el desconocimiento, o la omisión en nuestro país. Repensar las luchas de las mujeres es un reto irrevocable en nuestra sociedad máxime en nuestro país donde en términos relativos la mujer es mayoría no solo en densidad demográfica sino en todas las esferas de nuestra sociedad. En honor a las mujeres de mi país las invito a repensar sus luchas y banderas como antes. .
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