“Este capítulo protección o
vigilancia, ante esta situación de vulnerabilidad e incertidumbre, podemos
sentirnos felices de estar "seguras os en el peligro”.
durante mucho tiempo he solicitado mi
aplicación de medidas de seguridad, pensando en lo que ocurrió a la
dirigente Bertha Cáceres y que la excusa fue que ella no quiso medidas, además
de la práctica común de desacreditar a las personas ya muertas.
Ante esta situación yo he hecho público que
soy sola, vivo sola, y trabajo sola; el cambio de los anteriores enlaces
hoy mencionados en actividades delictivas, me hace pensar muchas cosas que si
buscas en internet mis denuncias, nunca estuve lejana a la verdad.
"hoy estoy agradecida ya que fue
la policía quien de manera expedita me dio asistencia, pues en ningún momento
un organismo de derechos humanos se interesó en mi situación o en subir una
alerta, ni siquiera en definir si estas medidas son correctas".
Sin embargo las medidas de protección
aplicadas a mi persona por "orden de mecanismos de protección de derechos
humanos a periodistas y etc…"... son las mismas aplicadas a “los
delincuentes con arresto domiciliario”, como comprenderán yo hago trabajo
de investigación periodístico, además soy defensora de los derechos humanos, lo
que significa que la toma de fotografías, alejara a las víctimas o las expondrá
al peligro. La toma de fotografía es invasión a la vida privada, a la libertad,
es censura, también puede ser manipulada para vincularnos con acciones ilegales.
Según lo dice la ley las
medidas de seguridad deben ser consensuadas con el beneficiario y se debe
redactar un acta con todas las partes involucradas, lo que hasta la fecha no se
ha realizado, eso significa “que no son legales”, son impuestas, las medidas de
protección deben dejar la opción al beneficiario de escoger un miembro del ejército
o de otra orden de seguridad, si considera que la policía no cuenta hasta ahora
con la credibilidad.
Además el objetivo de las medidas
"es proteger", no exponer, ni vigilar, aun más nuestras vidas, nos
impiden realizar el trabajo, es como habernos puesto una mordaza, auto censura,
nos cierran la libre locomoción, y mientras no sean realizadas en una reunión y
consensuadas no tienen valor.
Siguen siendo el Estado de Honduras y
los "organismos de derechos humanos" los responsables de cualquier cosa que
nos ocurra a mí y a mi familia, además de que somos las 24 horas
escuchadas nuestras llamadas e intervenidas.
Me gustaría que entrevistaran a la
periodista y defensora de los derechos humanos Dina Meza Elvir, corresponsal de
reporteros sin fronteras y representante de PEM Internacional, quien ha dicho
que “sus medidas de seguridad son una pesadilla”.
es muy importante entender que los
periodistas hacemos un trabajo de campo, en un lugar fértil donde florece el
crimen con todos sus tentáculos y delitos conexos, y donde los derechos humanos
asumen un rol protagónico de magnitudes grandes, asumimos retos, como en mi
caso enfrentar a víctimas de desplazamiento forzado, o personas privadas de
libertad, o testigos protegidos, limpiar el nombre de muchos que han sido
inocentes expuestos, si yo fuese una oficinistas quizás estaría complacidas de
"tan grandes privilegios" por parte de un Estado Corrupto y que
cabalga en la impunidad pero soy una periodistas que aprendió a escribir usando
su lápiz y una lupa para mitigar un poco la oscuridad que causa la mentira y
enluta la vida de centenas de personas. Quizás mi historia sirva a otros
periodistas en el mundo que se ven obligados a emigrar y ser víctimas del
olvido, renunciando a sus sueños y derechos porque a alguien se le ocurrió que
no debemos hablar.
Quedarse callada seria condenarnos a
la pena de muerte a vivir sin sueños víctimas de discriminación, tratos
crueles, inhumanos y degradantes, una ofensa para periodistas que día a día
arriesgan su vida por decir la verdad, por la libertad y por luchar contra la
censura...itsmania platero
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