POR: ITSMANIA PINEDA PLATERO
La violencia constituye un elemento cotidiano en la vida de muchas familias Hondureñas, en particular la violencia se comete contra sectores vulnerable como niños, niñas, mujeres, adultos mayores, con las manifestaciones más dramáticas y extremas. en una sociedad donde los valores morales y espirituales se han sustituido por valores económicos, un pueblo machista y una cultura no concuerda con las leyes, que van acompañadas de violaciónes que afectan la pluralidad de derechos humanos fundamentales tales como la integridad corporal y mental, la salud integral, la vida en su dimensión más amplia, comprometiendo el futuro de las víctimas. Basta con ver los medios de comunicación y verificar como aumentan los casos de niñas embarazadas de 12 o 13 años, las violaciones, el rapto y el estupro han aumentado, muchas veces con el consentimiento de la madre que por estar cerca del hombre se vuelven cómplices del delito.
El Doctor Aaron B Rodríguez, psiquiatra de emergencias del Hospital Publico Mario Mendoza explica;“La emergencia de este Hospital es el principal filtro donde se evalúan un promedio de 40 a 50 pacientes diarios, en tres turnos, de un 100% de pacientes del sexo femenino con pareja, el 90% han recibido violencia psicológica, moral y física, debido al patrón cultural de nuestra sociedad, vienen aquí mientras han tenido una convivencia conyugal, pero hay otras que han sido victima de violencia desde la niñez, esta situación lleva secuelas difíciles de evaluar. Las mujeres se adaptan al maltrato, lo mismo sucede con los niños, esta relación puede durar años hasta que un día colapsan, cuando no aguanta mas, entonces vienen al hospital en crisis.”
La violencia del hombre contra la mujer no es justificada, por lo general debe haber un antecedente que viene siempre a redundar en el machismo”.
Como país tenemos una gran debilidad, que se convierte en una falacia, ya que todos conocemos que existe la violencia como una patrón cultural no solo de Honduras sino de América Latina, sin embargo nuestras Instituciones involucradas en tratar el tema trabajan aisladamente y sin asesoria, para el caso un juez puede castigar y dar su veredicto, dar medidas de restricción, pero el no es medico, no es psiquiatra , ni es psicólogo , por lo que muchas veces el veredicto o la aplicación de la ley no redunda en la verdad, y la pena no sana los daños que ha sufrido la victima. El juez se escuda en la ley y termina violentando otros derechos como el de los niños.
“El Doctor Reinaldo Moncada de consulta externa trata en su mayoría pacientes jóvenes, niñas y adolescente que ha su criterio son los mas perjudicados por la violencia y nadie se preocupa, aun viendo las autoridades que gran parte del descontrol de la seguridad social son los niños y jóvenes los principales protagonistas. De 20 pacientes atendidos la mayoría sufren los efectos de la violencia en el hogar, los arrastra al agotamiento familiar, y tanto niños como adultos vamos creciendo con una cultura de muerte.”
En el Hospital Mario Mendoza en la atención de pacientes de control mensual el 69% son mujeres adolescentes en edades promedio de 12 a 18 años, presentan problemas, frecuentemente afectivos, neurosis y trastornos emocionales, a veces propios de la edad, según el ultimo estudio hecho por los médicos de psiquiatría del hospital el 2% de pacientes son victimas de violencia, también un 2% es victima de violencia sexual, esto no es contradictorio con las cifras que hemos mencionado antes, sino que significa que aun no tocamos la raíz del problemas, es decir estamos en pañales.
La mayoría de la población de Tegucigalpa no recibe tratamiento porque muchos son de caseríos y municipios muy lejanos que no tienen acceso, esto hace que la salud mental sea centralizada.
La violencia es producto de una sociedad eluyente, carente de salud mental. Con extrema pobreza, cultural y económica, migración del campo a la ciudad, donde los abuelos tiene la carga de los hijos, con una estructura de crianza vertical heredada, donde todo se hace como los padres dicen.
Toda violencia tiene un principio pero muchos hombres justifican que actúan con violencia porque la mujer responde con ira cuando la comunicación no funciona, no importa quien empiece, el papel del poder tiene que ver con las características de la persona que pierden el control, muchos se auto destruyen o destruyen el afecto de otros a la vez.
Se llega a estos extremos por la no efectividad de la ley y la aplicación de medidas que terminan por defraudar a la victima y fortalecen al agresor, porque nadie los escucha, no se resuelven los casos que se encuentran en procesos de investigación, pasan meses quizás años engavetados y pocas veces se concluyen, por lo que la victima termina desistiendo, cada vez mas re victimisada por una sociedad sorda ante el problema.
No obstante tales agresiones involucran un problema de derechos humanos, algunas organizaciones sociales las definen, como de segundo orden, silenciándolo, desconsiderándolo políticamente y tolerándolo; de modo que la mayoría de violaciones se mantengan en la impunidad.
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